Dudas...errores...más dudas...

>> viernes, 4 de junio de 2010


Estamos un poco cansados de leer distintas teorías sobre 'cómo educar a los hijos', siempre con planteamientos radicalmente opuestos y muchas veces igualmente absurdos (según nuestra opinión, claro).

Hay ciertos aspectos sobre la eduación que no nos cuestionamos:
1. Los niños necesitan límites, necesitan oír 'no', y digo necesitan porque no creo que ningún padre tenga hijos a los que no crea conveniente negarles algo.
2. Los niños necesitan rutinas, y ciertos hábitos como el sueño o la alimentación deben ser educados, al igual que ciertos hábitos sociales.
3. No se debe pegar a un niño, esto sólo nos sirve para descargar nuestra propia rabia, y de paso transmitirle un mensaje que no es el correcto, sin embargo, no debemos torturarnos si algún día no hemos podido contener esa rabia, somos humanos.
4. Las famosas 'perrenchas' deben ser ignoradas hasta el momento en que el niño se calme, es entonces cuando debemos explicarle el sinsentido de su comportamiento y tratar de escucharle (aunque aún no hable, como es mi caso).
5. Dejando de lado los berrinches, los bebés no lloran porque sí, debemos atender su llanto y tratar de comprenderlo.
6. No creemos en los beneficios del colecho ni de la lactancia prolongada, aunque los respetamos, igual que esperamos que otros respeten nuestra opinión. Mi hijo duerme en su habitación desde que tenía 2 meses tranquilo y feliz y no ha probado la leche materna, no porque yo me haya negado sino por motivos de salud.

Las premisas anteriores son sencillas y hasta cierto punto fáciles de cumplir, pero en la práctica sirven de poco. Intento multiplicar mi paciencia, proponer soluciones creativas (o vías de escape alternativas) cuando mi hijo se encapricha o enfada, pero muchas veces no me funciona. También trato de ponerme en su lugar, aunque a veces...: ¿Cómo puedo llegar a entender que mi hijo no quiera ponerse el pantalón cuando nos disponemos a salir a la calle? ¿Qué hago?
  • Lo obligo a hacerlo?
  • Salimos de casa a medio vestir?
  • Opto por no salir?
La fórmula de la distracción ya no funciona, y el negativismo aflora cada vez más. Mi hijo empieza a adquirir consciencia de sí mismo, a tener voluntad propia y sentirse independiente.
Tengo una amiga que asegura haberle gritado a su hija de 18 meses sólamente una vez. Si yo quisiera contar las veces que le he gritado al mío sería incapaz.

Algunos autores sostienen que no puedes educar en un 'justo medio', que debes aplicar una teoría o la contraria. Yo no estoy de acuerdo. Comparto principios de la crianza de apego y otros de la crianza 'tiránica', por llamarle de alguna forma, y sí trato de aplicar con mi hijo ese 'justo medio' que no sé muy bien a dónde me conducirá.
Hace unos días dejé que mis piernas ( y mis fuerzas) cedieran, y caí de rodillas en la cocina, mientras mi hijo, como colofón a un día agotador, utilizaba las tapas de las ollas como platillos. No podía más. Empecé a llorar de impotencia mientras Pablo me miraba para ver si me gustaba su ruidosa melodía. En ese momento estaba dispuesta a dejarle que hiciera cualquier cosa, no tenía fuerzas para decir más veces no, para guardar más objetos en cajones y alacenas, para producir sonidos de animales y otras onomatopeyas tratando de desviar su atención hacia otro lugar.

¿Existen esos niños que sus padres califican de 'buenísimos', que no se ven en situaciones como las que acabo de describir?
¿Es todo cuestión de paciencia o es un problema de exceso de rectitud?

Las fotos de los estilismos cuadran muy bien con la idea de la maternidad que nos venden, pero tras un blog aparentemente frívolo, la realidad, a veces, es otra.

3 comentarios:

Pizpireta 13 de junio de 2010, 6:58  

No sabes cuanto te entiendo y comprendo.Comparto todas y cada una de las palabras que has escrito,la de veces que he perdido la paciencia,he dado gritos y me he preguntado a mi misma ¿lo estaré haciendo bien?
¿será que no tengo paciencia o soy demasiado recta?
¿como hacen algunos padres para que sus hijos sean unos santos,y ellos parezcan siempre una balsa?
En fin no sé a ti pero a mi me consuela leer y escuchar las mismas dudas en otr@s padres como tú lo has hecho hoy.

NURIA - LITTLE THINGS-MAIN STREET 13 de junio de 2010, 7:39  

Hay que tener calma, todas nos hemos vuelto locas más de una vez, y los niños van pasando por etapas, a veces son malheducados, y egoistas y luego tienen etapas en las que parece que ya han aprendido para volver a recaer más tarde. No hay formulas mágicas, tienes que quererlo mucho y seguir tu criterio, y si crees que no le tienes que consentir algo no lo hagas y si tiene que llorar, que llore, no pasa nada, ya se le pasará. No te agobies hay temporadas muy malas pero verás como poco a poco lo vas llevando a tu terreno. Un beso y muuuuuucha paciencia.

Anónimo,  21 de junio de 2010, 6:48  

soy Marta, y te leo de vez en cuando;
yo he sido madre de un niño ejemplar, de esos perfectos, ni un berrinche, siempre sonriente, limpito, un sol, por no tener no ha tenido ni mocos. Y yo, una madre ideal, que pensaba que era un genio en esto de criar hijos. Hasta que cumplió 20 meses.Se ha despertado la bestia que llevaba dentro y muerde, araña y me toma el pelo. ¡Cómo me reconozco en la escena que describes en la cocina! Yo que pensaba que ser una madre disciplinada te llevaba al éxito seguro, ahora se me rompen todos los esquemas, y estoy pensando en cargarme al stivill y a todos sus secuaces!!! Asi que creo que no nos queda más que tener paciencia, confiar en nuestros principios y en nuestro instinto y no culparnos demasiado si de vez en cuando el niño parece seducido por Satanás, que al final los niños son niños y nosotras humanas.
Un beso fuerte!!

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